23 de marzo de 2023.- La décimo octava edición de la Mostra Internacional de Cinema Etnográfico Museo do Pobo Galego, celebrada del 15 al 21 de marzo en Santiago de Compostela, nos dejó siete días de programación en los que pudieron verse 40 filmes de diversas nacionalidades (de la Federación Rusa, México, Argentina, Italia, Francia, Ecuador, Egipto, Reino Unido, Brasil, Senegal y España, entre otros países). En la programación, además de un estreno absoluto, Malgrat de Santi Teijelo, los y las espectadoras de la MICE pudieron disfrutar de otros cinco estrenos gallegos. Filmes que comparten una temática común, que fue el eje de esta edición: la rururbanía.
Por séptimo año consecutivo, la MICE contó con sección oficial, con 11 títulos compitiendo por el Premio MICE a la Mejor Película a nivel Internacional, 4 de ellos realizados en Galicia que competían también por el Premio MICE a la Mejor Película Gallega.Galardones que recayeron, respectivamente, en Tolyatti Adrift, de Laura Sisteró; y Al otro lado del mar, un largometraje documental dirigido por el gallego Eloy Domínguez Serén y el cineasta colombiano Samuel Moreno Álvarez. El jurado de esta 18 MICE estuvo formado por la cineasta y artista Tania Dinís; el educador, director y guionista Xoan Escudero y la politóloga, gestora cultural y técnica de igualdad Sabela Losada.
El Premio AGANTRO a la Excelencia Antropológica recayó en Detached, de Vladimir Krivov. El Premio CREA, que otorgaba la Asociación Galega de Profesionais da Dirección e Realización, fue para el filme Tatuado nos ollos levamos o pouso, de Diana Toucedo. Y el filme gallego Malgrat, de Santi Teijelo, se hizo con el Premio del Público.
En esta edición de la mayoría de edad en la que la MICE se consolidó como referente en el campo de la antropología visual, volvieron también las secciones paralelas: Impropias, Lindes y Trazas. Impropias, dedicada al cine realizado o producido por mujeres, estuvo comisariada por la cineasta Ainhoa Rodríguez, directora de la premiada Destello Bravío, quien incluyó en su selección otras dos películas: Cow, de la británica Andrea Arnold; y el documental portugués Eldorado XXI, de Salomé Lamas.
El cine luso tuvo un papel protagonista en esta MICE, con el MDOC-Festival Internacional de Documentário de Melgaço como festival invitado y comisario de la sección Lindes; en la que pudimos ver el filme ganador de la última edición del MDOC, Four Seasons in a Day, de Annabel Verbeke; el documental Dispersos Pelo Centro, de António Aleixo; y una selección de cortometrajes elaboradas en el marco de Plano Frontal, una residencia cinematográfica que transcurre durante el MDOC de la mano del proyecto AO NORTE.
El Cineclube de Compostela volvió a colaborar con la MICE en la sección Trazas, en la que se proyectaron referentes del cine etnográfico que proponían diferentes reflexiones sobre la rururbanía.
Emoción, cine y música en directo, en la sesión inaugural
Una de las citas clave de esta edición fue la sesión inaugural, celebrada en el Teatro Principal, con la proyección de la recreación que el cineasta Pepe Coira hizo del desaparecido filme de Antonio Román Canto de emigración (Romance en imágenes sobre motivos gallegos) (1934). La evocación de una obra considerada en su época como uno de los raros ejemplos de cine de vanguardia en España se proyectó con la música en directo de la Orquestra Clásica de Vigo, interpretando en sincronía la banda sonora original de la película.
También especial fue la presentación de la Asociación Memoria e Cinema, una iniciativa para abordar la memoria histórica democrática del país impulsada por un grupo de jóvenes creadores y creadoras, entre los cuales, Coral Piñeiro, la autora de la imagen gráfica y de la pieza audiovisual de la 18 MICE.
El Teatro Principal, el Museo do Pobo Galego y la sala Numax volvieron a ser los tres espacios que acogieron la programación de esta 18ª MICE. Unas 3.000 personas participaron en las proyecciones y en las actividades del festival. En la programación paralela de esta edición, hubo propuestas muy variadas: desde la exposición y performance de la artista Marta Valverde, hasta formación para profesionales, a cargo del Laboratorio de Antropología Audiovisual Experimental (LAAV), con Chus Domínguez y Belén Sola. También, un programa de acercamiento del alumnado al cine etnográfico, en el marco de la MICE Petís. Este año, con una novedad: un proyecto piloto de creación de cortometrajes en tres institutos gallegos y con el grupo juvenil del Centro Sociocultural Aurelio Aguirre de Conxo (Santiago de Compostela), tutorizado por el DEAC del Museo y el creador y docente Bruno Arias. Las piezas audiovisuales resultantes de esta formación se proyectarán en el Museo do Pobo Galego en el mes de abril. Además, hasta final de curso los centros educativos gallegos podrán participar en la MICE Petís Virtual, programando en el aula proyecciones de filmes que pasaron por anteriores ediciones de la Mostra. Iniciativas enmarcadas en el compromiso de la MICE con la educación, conscientes del valor del cine y los medios creativos en el desarrollo sociocultural de las personas, especialmente las más jóvenes.
Una MICE comprometida con el desarrollo sostenible
En esa misma línea de responsabilidad con los Objectivos de Desarrollo Sostenible y con la Agenda 2030, la perspectiva de género definió también esta décimo octava edición de la MICE. El 90% del equipo organizador y de producción estuvo integrado por mujeres, y el porcentaje de autoras femeninas en la programación se situó en el 50%.
La reinversión económica en el territorio fue otra de las bases de esta MICE que trabajó con proveedores y profesionales locales y de la comarca de Compostela, procurando que la mayor parte del presupuesto que moviliza el festival redunde en el tejido económico gallego. También se buscó la accesibilidad universal con, entre otras acciones, el uso de subtítulos en todas las proyecciones, o la reserva de asientos o localidades preferentes para personas con movilidad reducida. Todo, para garantizar el disfrute de un evento que pretende ser para todos y todas.
La 18 MICE contó con el apoyo del Concello de Santiago de Compostela, del área de Cultura de la Diputación de A Coruña, de la Axencia Galega das Industrias Culturais (AGADIC) y de la Secretaría Xeral de Política Lingüística de la Xunta de Galicia.