La décimo novena edición de la Mostra Internacional de Cinema Etnográfico Museo do Pobo Galego, celebrada del 20 al 26 de marzo en Santiago de Compostela, nos dejó siete días de programación en cuatro espacios de la ciudad – el Museo do Pobo Galego, el Teatro Principal, NUMAX y el Salón Teatro – de la que pudieron disfrutar cerca de 3.500 personas. Con las proyecciones como eje central, se pasaron más de 65 filmes de 14 nacionalidades (Colombia, Italia, Serbia, Puerto Rico, Moldavia, EEUU, Reino Unido, China, Francia, Portugal, Federación Rusa, Brasil, España y Galicia), entre los cuales dos fueron estrenos mundiales, cuatro estrenos en España y seis a nivel gallego. Películas que tenían como telón de fondo la mirada del cine etnográfico sobre lo político, el tema que vertebró esta edición de la MICE. Trece de esos títulos competían por el Premio MICE a la Mejor Película a nivel Internacional, 4 de ellos realizados en Galicia que optaban también al Premio MICE a la Mejor Película Gallega; galardones que recayeron, respectivamente, en Taxibol, de Tommaso Santabrogio; y Habitar, de Anxos Fazáns. Los otros reconocimientos fueron la Mención Especial a Flotacija, de Eluned Zoe Aiano y Alesandra Tatićpara; el Premio AGANTRO a la excelencia antropológica para El signo vacío, de Kathryn Ramey; el Premio CREA para A Revolución (é) Probable, de María Ruido, Paula Barreiro-López y Lee Douglas; y el Premio do Público de 12 de maio de 1937, de Mar Caldas.
Único en la MICE
La sesión inaugural era una de las citas esperadas del festival, que concluyó con un Teatro Principal repleto para disfrutar de 586 cantos, un espectáculo único impulsado por el Festival y el Museo do Pobo Galego sobre las voces del Cancioneiro Popular Galego, de Dorothé Schubarth y Antón Santamarina. Con la música de Richi Casás, Fran Barcia, Tania Caamaño y Antía Ameixeiras, sincronizada en directo con el montaje visual realizado por Laura Piñeiro y Fran Rodríguez Casal, integrantes de la Asociación Memoria e Cinema.
Inédito fue también el foco dedicado a Cecilia Mangini, la primera retrospectiva que se le dedicó en Galicia a la pionera del cine documental italiano, de la mano de Carolina Astudillo y con la colaboración de la Cineteca di Bologna.
La MICE: espacio de formación
La formación y la creación de espacios para el análisis fueron otros dos ejes de esta MICE. Por una parte, con la realización de la jornada Cine Gallego y Transición, con mesas de debate y proyecciones, en el marco de Trazas, organizada con la sección de Artes Escénicas, Musicales y Audiovisuales del Consello da Cultura Galega y el Cineclube Compostela, y en las que participaron cineastas como Xosé Xoán Cabanas Cao, Antón Caeiro, Xan Gómez Viñas, Manuel Abad, Manolo González, Milagros Eloy Enciso, José Manuel Sande, Coral Piñeiro, Manoel da Costa o Beli Martínez, entre otras.
Los coloquios con el público fueron, un año más, otra de las claves de la Mostra. Entre ellos, el protagonizado por Alejandro Alvarado, cineasta e investigador con quien el festival indagó en el contexto del cine en la Transición y de los procesos de censura que sufrieron muchos filmes de la época.
Lindes, una de las secciones paralelas de la Mostra, también se impregnó este año de ese compromiso de la MICE con la formación especializada, de la mano de las cineastas Diana Gonçalves e Iván Castiñeiras, quienes desgranaron los procesos creativos de sus proyectos sobre la raya entre entre Galicia y Portugal.
En el capítulo de actividades paralelas, contó con una gran acogida la actividad formativa Creación audiovisual con dispositivos táctiles, impartida por Coral Piñeiro y Bruno Arias, cineastas y responsables de MICEscola, otro de los proyectos didácticos de esta MICE, orientado a acercar el cine etnográfico a la comunidad escolar gallega, convirtiendo al alumnado en creador de contenidos. La próxima semana, el jueves 18 de abril, tendrá lugar el estreno en el Museo do Pobo Galego de los cortometrajes resultantes de una actividad en la que participaron alumnas y alumnos del IES Pedra da Aguia (Camariñas), el CPI Plurilingüe Cernadas de Castro (Lousame), el IES de Arzúa (Arzúa) y el IES de Cacheiras (Teo).
Entre la programación paralela, destacó también la proyección del filme Os espazos en branco, de Bruno Arias, elegido posteriormente ganador del Premio Mestre Mateo al Mejor Documental. También, la exposición Da túa man para a miña, de Fran Rodríguez Casal, que puede visitarse hasta finales de abril en el Ala Sur del Museo do Pobo Galego.
Una MICE inclusiva y accesible
Cumpliendo un año más con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030, la perspectiva de género volvió a tener un papel protagonista en esta décimonovena edición de la MICE, con un 50% de los filmes realizados por mujeres cineastas y con un equipo organizador y de producción del festival mayoritariamente femenino. En el camino hacia la accesibilidad, entre otras acciones, este año el festival puso el foco en la accesibilidad auditiva, incorporando en varias sesiones el subtitulado específico para personas sordas, para conseguir una MICE para todas y todos.
El público familiar e infantil tuvo también su espacio en la programación, con la MICE Petís, que incluyó proyecciones en el Museo y también en línea. También a través de la página web del festival pudieron verse varios de los filmes premiados en la anterior edición de la Mostra, así como una selección de películas relacionadas con la sección Lindes.
La 19 MICE contó con el apoyo del Concello de Santiago de Compostela, del área de Cultura de la Diputación de A Coruña, y de la Axencia Galega das Industrias Culturais de la Xunta de Galicia.